La continuidad de José Aurelio Gay en el banquillo abre la caja de los truenos. Se acabaron los días de incertidumbre anunciados por Agapito Iglesias y ahora comienza una carrera que acabará con la confección definitiva de la plantilla. La secretaría técnica nunca ha dejado de trabajar y los primeros pasos están dados. Evidentemente, retener a Roberto y Adrián Colunga no será fácil. Pero que nadie se asuste porque existe un plan B. Pedro Herrera tiene medio cerrada la continuidad de Contini y la ‘operación Eliseu’ es la más factible de cerrar si los técnicos lo consideran una pieza fundamental.Con Gay llega lo bueno porque ya sólo cuentan los argumentos deportivos y la confección de la plantilla. El césped es lo que importa. Lo que suceda en los despachos debe quedar al margen. Hay que hablar de entradas y salidas de jugadores y no de deuda y ‘casos Matuzalem’.
Por favor, den un voto de confianza a Agapito Iglesias. Se lo ganó en el pasado mercado de invierno. El equipo estaba medio descendido a Segunda División y firmó siete fichajes que dejaron al Real Zaragoza en Primera. El presidente se ha equivocado, y mucho. Está claro, pero creo que hay que mirar hacia el futuro. No nos queda otra. El club tiene todo el verano por delante para demostrar que las palabras no se las llevará el viento. En septiembre podremos analizar el equipo formado, aunque debemos tener muy claro que hay que apretarse el cinturón. Los fichajes estrella serán los que ya están. O sea, los cedidos. Sin embargo creo firmemente en la filosofía zaragocista. Si en enero se pudo fichar bien, ¿por qué no repetir ahora? Es más difícil porque todos los clubes acuden al mercado de verano, pero estoy convencido de que el Zaragoza ha aprendido la lección.
Jugadores con hambre, por favor. Son la clave del éxito. Por favor, confíen en Agapito Iglesias. Aunque lo vean complicado después de sus años de gestión. Lo digo de corazón.
