viernes, 18 de diciembre de 2009

Ander, al medio.

La llegada de Gay al banquillo del Real Zaragoza, sea o no sea de manera provisional, va a dejar una noticia positiva en medio de la tormenta. Ander Herrera, con un poco de suerte, va a dejar el exilio en la banda para jugar por el centro. A ver si hay suerte y por fin podemos ver al canterano en acción y en su hábitat natural. Digo que es la única noticia destacable porque el resto de temas pendientes se presentan negros como el carbón. Prefiero centrarme en el plano deportivo porque lo ajeno al balón daría para escribir una novela de terror.

Y en medio de una crisis de talla mundial se presenta el Real Zaragoza de Gay en el Santiago Bernabéu. ¿Será el último partido del entrenador del filial? Nadie lo sabe. No siquiera los responsables de los diferentes estamentos del club. Eduardo Bandrés aseguró el pasado domingo por activa y por pasiva que Gay era provisional, que se estaba rastreando el mercado a conciencia para encontrar un técnico de nivel (sólo Víctor Muñoz me parece capacitado para enderezar el rumbo del Zaragoza). Pues resulta que hoy ya no está descartada la continuidad del preparador del filial. Luego va Antonio Prieto y asegura que va a venir un ‘9’. Sólo espero que no sea como el delantero de primer nivel que anunció en agosto (llámese Álvaro Negredo) y que finalmente se quedó por el camino. A ver si ahora llega de verdad. Pero esta es otra historia.

El Real Zaragoza visita al Real Madrid y la pregunta del millón es si un equipo que no sabe ganar lejos de La Romareda es capaz de sorprender a los blancos. Sinceramente pienso que no. Por eso deberemos quedarnos con los detalles pequeños. A ver qué ha logrado cambiar Gay en unos días y cuál es la mentalidad con la que los jugadores se plantan sobre el césped. A ver si por fin vemos a los futbolistas en sus puestos reales y nos dejamos de experimentos. Goni es el central titular, Ander debe ir al medio, Lafita a una banda y Ewerthon y Arizmendi a la punta de lanza. La ‘Flecha’, independientemente de lo que pueda suceder con su futuro deportivo, es el único punta con gol y hay que sacarle el máximo provecho. El regreso de Diogo es un alivio y puede que hasta Pennant salga beneficiado. El inglés tiene la palabra.

Ander y Lafita pueden marcar la diferencia en este Real Zaragoza. Pero sólo lo harán si juegan en sus posiciones naturales. Lafita es un superclase y puede jugar en varias posiciones. ¿Dónde ha brillado más? En la banda. Herrera es un jugador diferente, pero sólo si está en la mediapunta. A día de hoy, alinearlo en la banda izquierda es una faena. ¿Habrá tomado buena nota Gay en lo que va de semana? Ganar en el Bernabéu parece una quimera. Por eso es un escenario ideal para probar cosas diferentes. Nadie le va a pedir al Real Zaragoza que sume los tres puntos.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Arizmendi, ¡cuánto te he echado de menos!

El zaragocismo espera el regreso de Javier Arizmendi como agua de mayo. El delantero es el último clavo ardiendo al que agarrarse. No es un goleador puro, pero, al menos, es un futbolista que se deja la piel en cada balón y se entrega siempre al cien por cien. Es un mínimo que se le debería exigir a todos los profesionales, pero, la verdad, es que hay zaragocistas que no están dando la talla. Al menos es lo que parece.

Señores, estamos en la peor crisis que recuerdo. Las sensaciones que desprende este Real Zaragoza son peores que las del último descenso. ¿Por qué? Porque ahora lo vemos. Con Aimar, Oliveira, Diego Milito y compañía no queríamos ver la realidad. Hoy, todo el mundo ve lo que hay. Por eso es vital que los once jugadores que salten al terreno de juego se dejen el alma en cada acción. Así es Arizmendi, un guerrero del fútbol. Puede que no tenga la calidad y el olfato de un auténtico 9, pero la entrega y el carácter lo asegura todos los partidos.

Sí, echo de menos a Arizmendi. Con él, Lafita y Ander Herrera tendrán un compañero entregado a la causa. Hace falta sangre en las venas, algo que parece faltarle a otros como Pennant. En época de guerra, la clase nunca es suficiente. No voy a discutir la calidad, por ejemplo, de Jorge López o el propio inglés. Sin embargo, el fango de Primera División obliga a dar la vida en cada acción, en cada balón dividido o en cada pelota que parece perdida por la línea de fuera. Es lo menos que debemos pedirle al ejército del todavía general Marcelino. Es algo que tiene Arizmendi y que le falta a otros.

La situación del técnico no podría ser peor. Pase lo que pase, sólo un milagro de talla mundial le mantendría en el banquillo. No me parece justa su salida, pero los resultados mandan. Y más cuando Marcelino ya comenzó la temporada con la soga al cuello. Incluso ganando a Athletic y Real Madrid, el preparador del Real Zaragoza estaría en la cuerda floja y a la espera de un nuevo tropiezo para caer. Es lo que pasa cuando Agapito Iglesias pierde la confianza.

Pero la historia del entrenador es otra. Ahora hay que pensar en salir del pozo de la tabla. Y eso sólo se consigue ganando. La primera piedra en el camino es el Athletic. A los vascos sólo se les gana corriendo más y peleado cada balón como si fuera el único. Zaragoza y Athletic andan igual de calidad, por lo que la entrega y el trabajo es esencial. Y aquí sobresale Arizmendi. Menos mal. Quién me iba a decir que con la lista de ‘9’ que han jugado últimamente en el Real Zaragoza echaría de menos a Arizmendi… Es la realidad que nos está tocando vivir. Qué pena.