lunes, 17 de enero de 2011

¿Y Lafita de delantero?

Javier Aguirre aseguró en los micrófonos de Aragón Radio que no veía a Ángel Lafita de delantero, que le faltaban centímetros y kilos para plantar cada a los centrales de Primera División. Sin embargo, ¿por qué no probar? Más que nada por si nos llevamos una sorpresa. No creo que lo hiciera peor que otro compañero que ahora es titular. Lafita, partamos de esta base, no es delantero. Pero a lo mejor podría hacer un buen papel. Entiendo que la polivalencia del canterano juega en su contra porque puede ser un parche en cualquier posición de la mediapunta. Pero creo, sinceramente, que a lo mejor podría probar. Es rápido, potente y tiene calidad y capacidad de desmarque. Posee mucha más clase que, por ejemplo, Sinama.

Además, de esta manera podrían jugar Ander, Jorge López y Bértolo por detrás de él. Es la única prueba que le queda por hacer a Javier Aguirre. El técnico, por cierto, ya ha tenido que dar su brazo a torcer con Leo Ponzio, indiscutible e intocable por delante de la defensa en general y de Edmilson en particular. No hablo de condenar eternamente al mejor interior diestro que tiene el Zaragoza. Sólo me gustaría verlo en punta. Por si acaso. Este discurso cambiaría en el mismo momento en el que el club firme a un ‘9’ o pueda jugar Uche al cien por cien. Puede que Lafita pueda ser un recurso más, algo de lo que carece esta plantilla.

Por otra parte me gustaría apuntar que el espíritu que ofrecen tanto el aragonés como Gabi sobre el terreno de juego es un ejemplo a imitar por el resto de sus compañeros. Once tíos jugando como ellos y el Zaragoza no estaría tan mal. Seguramente no viviríamos una fiesta, pero al menos la lucha por seguir en Primera no estaría tan complicada.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Garantía de primera

Lo de menos son las formas en las que se ha llevado a cabo el relevo de entrenador. Lo importante es que el cambio se ha producido. Por fin. Llega Javier Aguirre, un técnico de prestigio contrastado en Primera División, por lo que no estamos ante un experimento, algo que muchos temían (llámese Hugo Sánchez o Gorosito). El mexicano es, a priori, una garantía. Otra historia bien diferente será comprobar qué puede sacar de una plantilla confeccionada con retales. Aguirre tiene ante sí el reto de enderezar el rumbo de una nave herida de gravedad y a la que tan sólo el escaso nivel competitivo de la zona caliente de la tabla ha lanzado un guiño. Como todos son malos, todavía hay tiempo para la esperanza.

La manera en la que se ha producido el relevo no es la ideal, pero tampoco se puede pedir más. Se ha hecho lo que había que hacer y la única pega es que se ha producido muy tarde. Hace semanas que Gay no dominaba la nave zaragocista (puede que desde el empate frente al Sporting), por mucho que desde el club se lanzasen mensajes de tranquilidad.

Aguirre es la apuesta mediática de Agapito Iglesias. Opta por un entrenador de peso en el panorama nacional que ha conquistado grandes metas con Osasuna y Atlético de Madrid. Metió a los navarros en una final de la Copa del Rey y les clasificó para la ronda previa de la Liga de Campeones. En el Atlético también brilló a pesar de que tuvo que ser destituido en su tercera temporada en el Calderón. Ahora le toca el turno de repetir éxito en La Romareda. La salvación es su única misión. Conseguir seguir en primera con el Zaragoza, en estos momentos, puede equipararse a devolver al Atlético a la Champions o meter a Osasuna en la final de Copa.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Perdiendo el tiempo

Agapito Iglesias está perdiendo el tiempo. Que el momento de José Aurelio Gay en el Real Zaragoza se ha agotado es una verdad incuestionable. El técnico vaga como alma en pena por el equipo. Ha perdido el norte y el relevo es más que obligado. Seguramente no será el culpable de los males del zaragocismo, pero definitivamente no se puede seguir así. Los resultados mandan. Y los del Zaragoza, evidentemente, son impropios de un equipo de Primera División. El debate sobre la porción de culpabilidad de unos y otros no es éste. Estamos hablando de cortar la hemorragia de un Zaragoza que se desangra sin que nadie haga nada. Cada día que pasa estamos, si aún es posible, un poco peor.

El ambiente en el vestuario necesita una limpieza. Mucho más tras las últimas declaraciones del técnico. Hay que actuar ya, pero sólo Agapito Iglesias sabe si Gay se sentará en el banquillo del Alfonso Pérez de Getafe. Yo, personalmente, creo que el relevo es obligado. Y más si tenemos en cuenta que Gay estaba virtualmente destituido durante el partido que el Zaragoza jugó frente al Sporting de Gijón en La Romareda.

Javier Aguirre o Víctor Muñoz han tomado ventaja. Los dos me parecen entrenadores con capacidad suficiente para intentar un milagro. Tengo mi preferencia, claro está, aunque ahora mismo me parece más urgente tomar la decisión de destituir a Gay que entrar a debatir quién ha hecho más méritos para tomar las riendas del equipo. Sólo diré una cosa: siempre hay que apostar por el zaragocismo. Muñoz es historia viva del club y creo que se merece un respeto. Si es el elegido final, que se note de una vez. Por su parte, Aguirre cuenta con el aval de su labor en Osasuna (lo metió en la fase previa de la Champions) y en el Atlético de Madrid (lo devolvió a la Liga de Campeones. Por favor, no perdamos más el tiempo.

viernes, 22 de octubre de 2010

La hora de los españoles... y de Ponzio

Agapito Iglesias haría bien en conjurarse con los futbolistas españoles. Son los que podrían sacar al Real Zaragoza del fango. La misión es prácticamente imposible (por eso hablo en condicional), pero nunca hay que perder la esperanza. De hecho, en este momento es lo único que nos queda. La Torre de Babel en la que se ha convertido el estadio de La Romareda no favorece al zaragocismo. En épocas de crisis es mucho más difícil salir del pozo cuando los jugadores nos saben lo que se juegan. No quiero decir que los futbolistas extranjeros tengan la culpa de todo, sino que cuando vienen mal dadas hay que confiar en la gente de casa. Y en Ponzio, claro. El argentino sí sabe qué hay en juego y tiene el carácter necesario en toda guerra futbolística que se precie. La primera parte de esta exposición debería estar ligada a una amplia lista de aragoneses que pudieran defender esta camiseta. Sin embargo, apenas hay canteranos en el vestuario. Por eso me da pena ver a Goni en el Madrid, Cani en el Villarreal, Soriano en Osasuna o a Zapater en Portugal. Pero es lo que hay. Por eso espero que Lafita y Ander sean capaces de tirar de un carro formado por Doblas, Gabi, Braulio, Paredes, Jorge López, Kevin y el mencionado Ponzio. Son la base sobre la que Contini, Jarosik, Sinama, Diogo, Obradovic o Edmilson deberían crecer. Vamos, que prefiero irme a Segunda División con gente que tenga ganas de intentar un milagro. Así, y si yo fuera Gay, alinearía siempre que pudiera a Doblas, Diogo, Contini, Jarosik, Paredes; Gabi, Ponzio; Lafita, Ander, Kevin (o Jorge López, que tampoco vamos a exigir a un recién llegado que sea el salvador); y Braulio. Y que sea lo que dios quiera.

Por otra parte, el duelo contra el Barça no parece la ocasión ideal para comenzar a ganar. Real Zaragoza y Barcelona viven en mundos opuestos y respiran aires diferentes. Sin embargo, este sábado les unirá un factor común: los dos jugarán sin cabeza. El equipo aragonés porque no tiene, mientras que el catalán se permitirá el lujo de jugar sin Xavi Hernández, posiblemente el mejor futbolista que ha dado el fútbol español en años. Es campeón del Mundo absoluto (2010) y sub-20 (1999), de Europa (2008) y medalla de plata en los JJOO de 2000, además de haberlo conquistado todo a nivel de clubes. Sin Xavi, el Barça juega esta temporada sin cabeza, algo que siempre le sucede al Zaragoza, que no tiene a nadie capaz de crear fútbol. Sólo el solitario Ander Herrera hace lo que puede solo ante el peligro (mucho más solo si cabe si Gay mantiene a Lafita en el banquillo). ¿Ganar al Barcelona? No lo creo. Aunque torres más altas han caído...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Toni Doblas, una garantía

Ha llegado la hora de Toni Doblas. Es su momento. Dejaré a un lado el debate sobre quién debería ser el portero titular del Real Zaragoza porque Leo Franco está lesionado. José Aurelio Gay eligió al argentino, pero es el sevillano el que ahora tiene que salvar al equipo aragonés. Doblas tiene calidad de sobra para ser titular en la gran mayoría de clubes de Primera División. Es un meta que ha caído de pie en La Romareda porque siempre acaba jugando. Lo hizo en el último paso del club por Segunda División y lo va a hacer en éste. Tiene la oportunidad de hacerse fuerte como titular y, como ya sucedió con Marcelino García Toral, su presencia puede suponer el despegue del Real Zaragoza. Doblas lideró desde la portería el ascenso a Primera y sólo la estrecha relación que el entrenador asturiano mantenía con López Vallejo impidió su continuidad en la entidad.

El andaluz parece tener la suerte de cara. Pregunten qué sucedió la temporada pasada en la Sociedad Deportiva Huesca. Su actuación en el Alcoraz fue sobresaliente y uno de los baluartes de la permanencia en la categoría de plata. El Real Zaragoza necesita de su fortuna. Yo creo en Doblas y estoy convencido de que va a ser el portero que necesita un equipo de Primera. No estoy haciendo de menos a Leo Franco, que me parece un meta de gran nivel, pero sí digo que el Zaragoza, falto de calidad entre sus filas, necesita futbolistas como éste, ésos que parecen caer de pie a pesar de los malos momentos.

En el Vicente Calderón demostró que está en plena formó. Evitó como mínimo dos goles claros del Atlético de Madrid y frente al Sporting deberá ser una de las claves defensivas que permitan mantener la puerta a cero para que alguien (éste es otro debate) intente marcar el gol del triunfo. Vamos Toni D. El zaragocismo te necesita.